La boxeadora argelina se enfrentó a dudas sobre a qué sexo pertenecía después de que su contrincante italiana se retirara como protesta a los 46 segundos de empezar el combate alegando que Khelif podría ser un hombre.
Para Khelif lo que llamó «escrutinio de género» es perjudicial y puede llegar «dañar la dignidad humana»: «Envío un mensaje a todas las personas del mundo para que defiendan los principios olímpicos, de acuerdo con la Carta Olímpica, para que se abstengan de acosar a los atletas porque esto tiene efectos, efectos masivos. Puede destruir a las personas, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de las personas. Y divide a las personas en todo el mundo».